Fotografiar calles es una de las experiencias más gratificantes para mi, ya que puedes grabar en un archivo esa experiencia que te ha quedado al verlo con tus propios ojos. Quizás resulte algo absurdo para profesionales, pero para un aficionado a la fotografía como yo, resulta extraordinario pillar un buen exterior, una buena calle, un lugar donde he estado y he paseado, para luego mostrarlo a mis compañeros y amigos.
Lo que resulta realmente difícil es captar esa sensación que te da cuando ves la escena en vivo y que es casi imposible trasmitirla con una fotografía. Cuando la ves con tus propios ojos, ves una escena repleta de movimiento, de luz, de color, etc. Y lo que hay que intentar conseguir en la fotografía es trasmitir todo eso.
Para conseguir unos efectos gratificantes hay que hacer algunos sacrificios que son realmente insignificantes y que se olvidan una vez ves el resultado de la fotografía. Algunos de estos sacrificios es observar el lugar a fotografiar durante bastante tiempo y a distintas horas y días, para ver como incide la luz en el lugar, ya que un flash no te servirá de nada y tienes que servirte de la luz natural. Así que no queda otra cosa que armarse de paciencia y buena letra.
Aquí os dejo una de mis fotografías que no es que sea una obra maestra, pues aún me queda mucho que aprender, pero que a mi me gusta. Es una fotografía del barrio del Albaicín, en Granada.
¿Algún consejo?
La interacción de elementos todos comprendidos dentro de una sola imágen, tal es el caso de las calles, refleja una sensación de vida, más allá de la belleza escénica de cualquier edificio o de una persona.
ResponderEliminarLos consejos en fotografía por la experiencia propia son los mejores, luego de los detallados en un manual textual.