En el cielo, bajo los océanos, en las cimas de nevadas cumbres, en el corazón de abrasadores desiertos, los fotógrafos llevan sus cámaras a todos los rincones del mundo, aportando imagenes impactantes, fotografiadas bajo la presión de algún tipo de peligro inminente.
Cada lugar plantea retos distintos y ofrece recompensas diferentes. Algunos son peligrosos y tanto entrar como salir de ellos con garantías de seguridad exige mucha planificación y preparación; unos son físicamente agotadores, como fotografiar colgado de un acantilado, mientras que otros requieren grandes dosis de paciencia, como atravesar un riachuelo con el suelo resbaladizo.
Si nos vamos a internar en un entorno desconocido, lo primero que debemos plantearnos son las cuestiones logísticas y de supervivencia para que, una vez allí, podamos concentrarnos en la fotografía en vez de tenernos que preocupar por conservar la vida. Y lo digo enserio, pues me ha pasado un par de veces que yo recuerde. Atravesé una fábrica de cemento, supuestamente abandonada para fotografiar un lago que hay en mi ciudad. La primera vez me quedé a acampar allí de noche, para aprovechar las diferentes iluminaciones del sol al atardecer y al amanecer, me pilló la policía, comentándome que estaba prohibido acampar en aquella zona. La segunda vez, decidí, una vez que el sol se escondió, retirarme a mi casa, atravesando la fábrica. Pues bien, aparecieron una veintena de perros furiosos que me acompañaron y gruñeron durante todo el trayecto. Incluso alguno me lanzó un bocado amenazante cuando intenté tocarlo. Menos mal que mantuve la calma y no corrí. Fue uno de los días que más miedo he pasado.
A parte de todos estos consejos, aplicaremos, por supuesto, los mismos principios técnicos y estéticos que cuando efectuamos una fotografía cerca de casa, tenemos que estar siempre pendientes de la luz, de la composición y de qué es lo que deseamos transmitir sobre ese lugar en particular. No nos limitemos a sacar una fotografía, sino que intentemos comunicar algo sobre lo que estamos contemplando.
Cada lugar plantea retos distintos y ofrece recompensas diferentes. Algunos son peligrosos y tanto entrar como salir de ellos con garantías de seguridad exige mucha planificación y preparación; unos son físicamente agotadores, como fotografiar colgado de un acantilado, mientras que otros requieren grandes dosis de paciencia, como atravesar un riachuelo con el suelo resbaladizo.
Si nos vamos a internar en un entorno desconocido, lo primero que debemos plantearnos son las cuestiones logísticas y de supervivencia para que, una vez allí, podamos concentrarnos en la fotografía en vez de tenernos que preocupar por conservar la vida. Y lo digo enserio, pues me ha pasado un par de veces que yo recuerde. Atravesé una fábrica de cemento, supuestamente abandonada para fotografiar un lago que hay en mi ciudad. La primera vez me quedé a acampar allí de noche, para aprovechar las diferentes iluminaciones del sol al atardecer y al amanecer, me pilló la policía, comentándome que estaba prohibido acampar en aquella zona. La segunda vez, decidí, una vez que el sol se escondió, retirarme a mi casa, atravesando la fábrica. Pues bien, aparecieron una veintena de perros furiosos que me acompañaron y gruñeron durante todo el trayecto. Incluso alguno me lanzó un bocado amenazante cuando intenté tocarlo. Menos mal que mantuve la calma y no corrí. Fue uno de los días que más miedo he pasado.
A parte de todos estos consejos, aplicaremos, por supuesto, los mismos principios técnicos y estéticos que cuando efectuamos una fotografía cerca de casa, tenemos que estar siempre pendientes de la luz, de la composición y de qué es lo que deseamos transmitir sobre ese lugar en particular. No nos limitemos a sacar una fotografía, sino que intentemos comunicar algo sobre lo que estamos contemplando.
El mensaje que conlleva cada fotografía debe quedar muy claro, desde la perspectiva visual del fotógrafo y de lo que técnicamente puede hacer la cámara.
ResponderEliminarClaro, los escenarios son traicioneros, los paisajes son bellos siempre y cuando estés en una superficie firme. Que anécdota tienes!!!
Yo he estado predispuesto a caídas al intentar fotografiar cataratas o corrientes de un rio.
Tienes alguna sugerencia para este tipo de objeto (agua) en movimiento???
Aún se poco de fotografía y estoy aprendiendo mucho, o al menos, eso intento. En cuanto a fotografiar agua en movimiento, depende de que agua quieras fotografiar, por ejemplo, si es una playa, un consejo práctico que a mi se me gusta como queda es bajar la velocidad, para conseguir un efecto de movimiento en el agua muy inusual y difuso, quedando estático los demás elementos.
ResponderEliminarIntenta sacar un trozo de tierra, poca, y que el agua del mar corte con el cielo a mitad de la foto, para dar profundidad y expresar libertad y paz en la foto.
Eso siempre, teniendo en cuenta que quieras fotografiar el mar. Si es una catarata o otro tipo de fuentes de agua, abría que investigar. Aquí no tengo cataratas y nunca he fotografiado ninguna.
y bueno, tambien depende de la vista que tanga cada uno. No se, hay quien le gusta un tipo de fotografias y un efecto y a otros no. Prueba, si puedes el efecto que te pongo y ya me cuentas si te gusta como se queda o no.